En Alicante, una ciudad con clima mediterráneo cálido, la mejor orientación es hacia el este o noreste. Esta orientación permite recibir el sol durante la mañana y evitar el calor excesivo de la tarde, lo que es ideal para reducir la dependencia del aire acondicionado durante los meses más calurosos. Además, en invierno, permite aprovechar la luz natural sin sobrecalentar los espacios.